Una de las mayores dudas de quien desea construir o reformar es saber cuánto costará esa tarea. Después de todo, la mayoría de la gente no tiene recursos ilimitados. Por eso, es muy importante que exista un buen presupuesto de obras para estudiar la viabilidad de la construcción.
Sin embargo, esta no es una tarea sencilla, pues es común que existan dudas, incluso entre profesionales experimentados. Para tener una buena previsión de los gastos, es necesario considerar todos los recursos que serán utilizados en cada etapa – como los materiales de construcción, la mano de obra y el alquiler de equipos -, así como los gastos indirectos.
Por lo tanto, lea hasta el final este artículo y aprenda un poco más sobre presupuesto de obras. ¿Vamos a empezar?
¿Cuál es la importancia del presupuesto de obras?
No es secreto para nadie que, independientemente del tamaño, una obra es una actividad compleja y que tiene varias etapas. Así, para que la construcción pueda ocurrir sin grandes problemas y retrasos, es fundamental que esta empresa esté bien planificada.
Por lo tanto, es imprescindible la existencia de un presupuesto. Este documento, además de ser importante en la planificación financiera del propietario, permite al responsable de la construcción tener más seguridad en el momento de realizar las tomas de decisión. Lo que permite que la obra se desarrolle sin haber un descontrol en las finanzas.
Con el presupuesto, el gestor tiene mayor control sobre el progreso de la construcción, además de proporcionar una reducción en los costos de la obra. Conociendo el límite de los gastos, difícilmente se realizará una inversión elevada.
¿Cuáles son las buenas prácticas?
Tenga proyecto ejecutivo y memorial descriptivo
Para que cualquier obra ocurra sin grandes problemas, el secreto es tener buenos proyectos. Con ellos, es posible determinar con antelación los procesos que serán adoptados en una construcción o reforma. Esto permite que se desarrolle una planificación más realista y que anticipa imprevistos.
De la misma forma, con las informaciones contenidas en el proyecto, es posible que el orcementista logre hacer con más precisión los cálculos de los costos de esa empresa. Para que el presupuesto sea más exacto, es fundamental que sea considerado el memorial descriptivo que determina los acabados.
Construir una buena hoja de cálculo
Para construir un buen presupuesto de obras, es necesario que el presupuestario posea una hoja de trabajo que permita relacionar con precisión el costo de cada actividad de la empresa. Con esta herramienta, un profesional experimentado consigue levantar todos los costos, posibilitando al cliente analizar la viabilidad de realizar el servicio.
Al usar una buena hoja de trabajo, el profesional de la construcción tiene una mayor seguridad financiera. Al tener la composición de costos de las actividades que deberá ejecutar, es posible definir cuánto será cobrado por el servicio, estipular beneficios y disminuir los riesgos de tener un perjuicio.
Aprenda dónde buscar los costes unitarios
Terminado el levantamiento de los materiales y servicios que serán necesarios durante el trabajo, es necesario consultar una base de datos con los costos unitarios de cada ítem de la hoja de trabajo. Para ello, hay varias tablas que proporcionan estos valores. Una de las principales es la SINAPI, suministrada por el Gobierno Federal.
¿Cuáles son los cuidados que deben tomarse?
Por ser un documento esencial para la realización de cualquier planificación financiera, es muy importante que no ocurran errores durante la producción del presupuesto de obras. Para ello, el orcementista debe tener un buen conocimiento sobre los procesos constructivos para estimar precisamente los cuantitativos de los servicios.
También es común no considerar los costos indirectos de la construcción y cometer equívocos en la fijación de las actividades. En caso de que esto ocurra, la planilla presupuestaria estará fuera de la realidad, lo que puede causar daños.
De cualquier forma, un buen presupuesto de obras es primordial para el éxito de cualquier trabajo. Cuando bien hecho, tanto el propietario como el profesional no sufren perjuicios ni tienen que realizar gastos imprevistos.